Estoy en una etapa de mi vida en la que todo es una locura...
Protagonizada por las rayadas de cabeza continuas que pretenden quitarte el sueño y las cuales ocupan el primer pensamiento nada más abrir los ojos...
Nuevas experiencias que hacen madurar esa cabecita loca en plena adolescencia que de lo que menos tiene ganas es de centrarse...Personas que son la novedad en tu vida...
Empiezas a conocerlas y te das cuenta de que las apariencias engañan, de que, muchas veces, no hay que fiarse ni de nuestra propia sombra.
Esas pequeñas personas se van engrandeciendo a medida que la relación avanza. Al igual que otras dejan ese semblante alegre en el recuerdo y encabezan la lista negra rellenada con personas a las cuales hay que ``echarles de comer aparte´´... Al fin y al cabo esto es así. Es cierto que el tiempo pone a cada uno en su lugar, y decimos SU lugar porque aquella persona ha puesto todo su mérito para llegar donde (no) quería.
Personas que pensabas que te conocían lo suficiente pero en un momento dado te hunden con sus crueles juicios... Pero no pasa nada!! Hay que saber naufragar!! Para eso existen argumentos que demuestren que esa sentencia era falsa! Pero claro, hay que estar dispuesto a demostrarlo, si no lo estás es porque no te importa una mierda tu imagen.
Me voy conociendo poco a poco y voy viendo lo que puedo llegar a ser y hacer como persona. Pero, ¿sabéis cómo consigo verlo? Esas personitas que ocupan mi corazón me lo dicen día a día y me hacen crecer y emocionarme al ver que hay gente que sabe ver y reconocer el ímpetu que pongo para ganarme un buen sitio en la lista de gente con la que contar... Lo mejor de todo es que lo hago inconscientemente y NO PRETENDO CONSEGUIR NADA.
Sonrío y me siento orgullosa de mi persona por demostrar, y demostrarme, que soy alguien REAL.
Si alguna vez tengo que actuar será en escenarios ficticios pero NUNCA en el escenario de la vida...
Andrea.